miércoles, 20 de diciembre de 2006

¡Coja los Mandos!

Se terminaron las clases en campo escuela, y era hora de hacer los vuelos de altura, así que viaje con Andrés y Jaime a Anserma Nuevo, afortunadamente para mí Andrés debía estar la semana siguiente en Villavicencio, en donde trabajaba; por lo que tenía que hacer tantos vuelos como le fuera posible.

Andrés voló primero el tándem (Vuelo de dos personas) con el gordo, yo los espere en la zona de aterrizaje, se bajo con una risa nerviosa y me dijo tranquilo que ya le va a tocar. Después de dos vuelos en tándem de mi compañero era mi turno.

Me coloque la silla, el gordo me engancho al tándem, me dijo “Cris cuando yo le diga corra, corre como loco”, listo gordo, le respondí mientras me temblaban las piernas. No sentía el estomago y todo era como en una película en cámara lenta, el gordo levanto el parapente y cuando tuve consciencia estaba alejándome de la montaña y empezamos a girar una térmica, yo le decía al gordo “no la gire, no sea #!·$%/ ” . En todos mis vuelos ha sido el momento en donde más miedo he sentido y lo único que me preguntaba era porque se me había metido a esta vaina, y mientras me lo preguntaba oí un grito a lo lejos que me decía: ¡Coja los mandos!, gire la cabeza y estaba Jaime diciéndome ahora vamos a hacer un colapso del lado derecho del ala, NOOO…, le grite pero ya era demasiado tarde el gordo ya esta colgado de las bandas “A” del lado derecho, mire y casi la mitad del ala se desinflo y yo decía nos matamos, como dicen unos amigos vi la luz, el colapso salio fácilmente y entonces me ofreció nuevamente los mandos, claro yo estaba paralizado y le dije: "No Jaime, para el próximo vuelito", usted se esta enhue..nando, me respondió, soltó los mandos y se recostó tranquilamente, son todos suyos, los tome nerviosamente y me explico como girar térmicas, aproximación al aterrizaje y como aterrizar, que después de estar en el aire es lo más importante.

Al final de la tarde llego la hora de mi primer vuelo solo, yo tenia una ventaja y era que Andrés ya lo había hecho primero así que uno se dice “Si él pudo, yo también”, me enganche al parapente y despegue de frontalazo, el gordo me guió todo el vuelo por radio y la verdad fue menos tenebroso que el primero en tándem.

Al final del día me dormí con una sonrisa que no se me ha quitado desde aquel vuelo.
.
Primer vuelo solito!!

No hay comentarios.: